«Las mujeres aquí se sienten más libres con el niqab […] ¿Quién nos va a reconocer con el disfraz completo de ninja?». Intisar es una joven yemení que trata de vivir su vida… En la medida en que una sociedad en la que los hombres tienen el poder sobre las mujeres se lo permite. El escritor Pedro Riera acompañó a su mujer en Yemen durante un año, y de esta experiencia surge ‘El coche de Intisar‘, una novela gráfica dibujada por Nacho Casanova y editada por Glénat.

‘El coche de Intisar’ se aleja de los tópicos para hacer un «retrato de una mujer moderna en Yemen». Intisar es una chica de 27 años con estudios, trabajo, carné de conducir, pasaporte… Y todo porque o bien tiene el consentimiento de su padre o bien se lo oculta con la complicidad de su hermano, que ejerce de su ‘wali’ (guardián), el hombre que le tiene que dar el consentimiento para todo. Lo ‘cotidiano’ de una mujer yemení tiene que poco que ver con nuestro ‘cotidiano’, y convierte cada pequeño episodio en una gran aventura.

‘El coche de Intisar’ es la historia de una mujer tenaz que lucha para arañar espacios de libertad en un mundo de hombres. Lo hace montada en su Toyota Corolla del 84, un coche viejo, pero suyo. Pedro Riera cuenta esto sin aspavientos ni maniqueísmos, mostrando la realidad de un país del que tuvo tiempo de empaparse a fondo. Él y su mujer realizaron durante nueve meses, sobre el terreno, una cuarentena de entrevistar a mujeres yemeníes, y buena parte de esta novela gráfica está basada en ellas.

De ponerlo sobre el papel se encarga Nacho Casanova, un experto en contar anécdotas, como ha demostrado en los tres volúmenes de su ‘Autobiografía no autorizada’. Casanova ha trabajado el aspecto gráfico a partir de referencias, y quizás esta falta de contacto con la realidad narrada le quita su frescura habitual. Sin embargo, el dibujante mantiene su buen pulso narrativo y su estilo encaja bien con el tono documental del tebeo.

El Ministerio de Asuntos Exteriores aconseja a los españoles no viajar a Yemen. Pedro Riera y Nacho Casanova nos acercan a una realidad que difícilmente conoceríamos de otro modo, y viajar con ellos montados en ‘El coche de Intisar’ es más que aconsejable.